Realizando un par de ajustes, porque tengo muchas cosas que decir que se me antoja que unos dos que tres las lean, a ver si cachan para quienes son y otras, pa' lanzarlas en la cara, con un beso.
Yo no acostumbro menos desde hace algunos días.
La última vez que vine aquí, estaba está imagen de mi. Mitad y mitad. Ya andaba cerca.
Sin saber quien era yo, se trepó conmigo en la aventurilla más sabrosa de mi vida. Sin planearlo, me regalo un hermano y un camino. Sin pensarlo, creyó en algo más, en lo que aparentemente creemos juntas. Sin dudarlo, afirmo que esta por volver a cambiar mi vida, como desde la primeritita vez.
Ella pidió una canción para el viaje que está por emprender en julio, por toda la vereda tropical del Golfo del país, como parte de un buen deseo para que su viaje esté lleno de buenos momentos, una canción que haga la vez de las cosas bonitas que sus amigos o compañeros de pedaleadas le quisiéramos decir durante su viaje.
Y ya que tengo un inservible y estupidísimo talento para descomponer canciones, yo quiero dedicarle una canción con la que me acuerdo de ella, pero tengo mi versión:
Y bueno el cuento de la Chinitos sigue así, después de haber viajando tanto, pedaleando hasta Múnich regresa a su DF amado pa' seguir en el camellón gritando: !Aguas que va a pasar la División! Y si supieran las cosas que pudo ver, que no se parecen nada a los cuentos de su niñez La Chinitos no comprende de donde fue que salío el cuento ese de que trabajar siempre es mejor Porque es muy fácil de pensar, que hay que sufrir para triunfar que aquí no hay oportunidad, que en otro lado si la habrá. Y aunque experiencia ella adquirió nunca se pudo olvidar, que su cadera el pedalear lleva el ritmo del amar. Por eso un día nublado se preparó, y vio que acá en su puerto, siempre el Ovis la animó, y cuando alguien le pregunta de las cosas que empacó, contesta: Que viajar para ella es lo mejor, que rodar al sol es lo mejor, que empacó a Sergio en su corazón, que así lleva el suyo y lleva dos, porque al rato ahí todo se acabó, que ella pedalea siempre mejor, como ésta no hay dos en la División, ah pero eso si el carro al carajo no se vaya a usté a aburrir como dicen que paso a mi amigo el copiloto o como el señor Costumbres que por andar de contreras se lo comieron al ajo o como este Marincito que tiene el ojito azul creo que viene de lejos y mire donde fue a dar, mas le vale regresar, con sus insolentes güeras, por eso a mi la corriente, me ha regresado a mi hogar, "porque un pez de agua salada en rio no puede nadar."
Con mi insolente corazón en la mano, para mi comadre amada.